La kinesiología es una de las profesiones que forma parte del equipo de salud de la unidad de cuidados intensivos (UCI) y cuya actividad en Argentina, surge en la década de los 50's con la epidemia de polio, cumpliendo originalmente una actividad vinculada a la rehabilitación del paciente con soporte ventilatorio, la administración de gases medicinales y la higiene bronquial cómo principales tareas.
El desarrollo y crecimiento profesional del kinesiólogo intensivista (KI) en Argentina, se dio en la década de los 90's por la participación societaria de un grupo de kinesiólogos que impulsaron la creación de la especialidad en cuidados críticos en el marco de la Sociedad Argentina de Terapia Intensiva (SATI). Sin embargo, previamente a la creación de la especialidad, el kinesiólogo respiratorio ya formaba parte de la terapia intensiva de algunos hospitales y de la mano de estos primeros profesionales se fue forjando la idoneidad en el área de terapia intensiva pediátrica; los hospitales que contaron desde sus orígenes con kinesiólogos en terapia intensiva fueron el Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez, el Hospital Elizalde, ex casa cuna y el Hospital Nacional de Pediatría Juan P. Garrahan, y desde allí se marcó el rumbo de esta disciplina. En la actualidad existen residencias, becas y concurrencias oficiales e incluso especialidades que promueven y colaboran con la formación de profesionales idóneos en el área de la kinesiología intensivista pediátrica y neonatal.
La SATI define al kinesiólogo intensivista (KI) como un profesional que forma parte del equipo de trabajo de la UCI junto a médicos, enfermeras y otros profesionales, y está capacitado no solamente para intervenir en las tareas que le son pertinentes, sino también para participar en la toma de decisiones (1).
Hoy en día en la Unidad de Cuidados Intensivos Pediátricos y Neonatales (UCIP/UCIN) el KI es aquel que cuenta con experiencia en el manejo, monitoreo e interacción de la ventilación mecánica tanto invasiva como no invasiva, en las interfaces paciente-ventilador, en el proceso de desvinculación del ventilador, en los cuidados de la vía aérea artificial, implementación de aerosolterapia, oxigenoterapia, higiene bronquial, movilización temprana, estimulación y rehabilitación del paciente críticamente enfermo. Nuestra formación incluye la capacitación e incorporación de herramientas para la detección y manejo no farmacológico del delirium, abstinencia, dolor y debilidad adquirida; y todo el trabajo se desarrolla bajo la premisa de la díada paciente-familia, entendiendo que el mejor ámbito para el paciente es al lado de sus seres queridos, a quienes se les facilita información y capacitación para colaborar con el proceso de recuperación de los pacientes; promoviendo una UCIP/UCIN abierta y más empática.
Las competencias del KI son amplias y dinámicas, ya que es una profesión en constante evolución que intenta adaptarse a las necesidades de un área con un gran crecimiento tecnológico y desafíos sanitarios que surgen permanente en el área de UCI y es un profesional que junto con otros especialistas rehabilitadores colaboran de forma estrecha y precoz en la reducción y el impacto nocivo que tiene la estadía en UCIP en los pacientes.
Es posible que quienes no acostumbran a trabajar con un KI en sus UCIP/UCIN no terminen de comprender las actividades que realizamos en este ámbito, ya que muchas de ellas terminan siendo realizadas de forma limitada por otros agentes de salud, pero nuestra formación en la carrera de grado complementada con formación de posgrado nos provee herramientas específicas, criterio clínico y crítico, y la capacidad de evaluar y gestionar la mejor atención para cada paciente, optimizando el estándar de atención en cuidados críticos.
El kinesiólogo o fisioterapeuta intensivista cómo tal, no es una carrera que exista en todo el mundo. En Argentina, contamos con habilitación y formación para realizar cuidados motores y respiratorios. No obstante, en algunos países hay terapistas respiratorios y físicos; y si bien ambas profesiones son independientes complementan sus tareas en la UCIP para un abordaje integral del paciente.
En términos ideales, nuestra práctica cómo cualquier práctica médica debería regirse bajo la mejor y más actualizada evidencia disponible, siendo esto una dificultad en el campo de la pediatría intensivista por la falta de publicaciones científicas de calidad y sobretodo latinoamericanas. Sin embargo, parte de nuestro desarrollo profesional incluye también la producción y divulgación de conocimiento científico, tanto como la participación en actividades académicas y docentes.
El rol del KI pediátrico es, como podemos ver, sumamente relevante dentro del equipo de cuidados intensivos ya que tiene un vínculo estrecho con cómo queremos que nuestros pacientes atraviesen su internación en la UCIP y con la liberación de la misma. Sobrevivir es muy importante, pero de qué forma lo hacen e intentar reducir las morbilidades debería ser ahora nuestro objetivo.
“Seamos realistas, y hagamos lo imposible”. Ernesto “Che” Guevara.
Referencias
[if !supportLists](1) [endif]Fredes, Sebastian; Tiribelli, Norberto; Setten, Mariano; Rodriguez La Moglie, Roger; Plotnikow, Gustavo; Busico, Marina; Bezzi, Marco; Gogniat, Emiliano. Definición del rol y las competencias del kinesiólogo en la Unidad de Cuidados Intensivos. Revista Argentina de Terapia Intensiva. 2018; 34(5).
Julia Inés Simonassi
Kinesiologa especialista en pediatría y neonatología
Kinesióloga de planta en el área de cuidados intensivos polivalente del Hospital Nacional de pediatría Juan P. Garrahan
Miembro del Capítulo de Kinesiología Intensivista (SATI)